Una promesa de luz, protección y sostenibilidad

07.24 — Open Air Culture

Con vistas al futuro

La transparencia del vidrio revela el secreto del éxito de uno de los materiales estrella del diseño, que aún hoy se renueva para revolucionar, con arquitecturas originales, la relación entre el hombre y la naturaleza.
Una promesa de luz, protección, sostenibilidad, pero también el deseo innato del hombre de dominar con la mirada el entorno que lo rodea.
Desde siempre, vivir asomados a trescientos sesenta grados sobre el paisaje representa mucho más que una tendencia o una preferencia estética, sino una elección innata de bienestar.

En los años cincuenta, el arquitecto Pierre Koening construyó una casa particular en las colinas de Los Ángeles, cuyas características eran una planta abierta y el uso de paredes acristaladas en todo el perímetro, que hacían de la Stahl House (o Case Study House #22) un auténtico cubo de vidrio, proyectado sobre el horizonte de la ciudad californiana. La innovación de la vivienda le valió la fama en el mundo de la arquitectura y más allá: elegida como ubicación para películas y series de televisión, trajo consigo la idea de una nueva forma de lujo, libertad y protección.

Solo unos años antes, en 1951, en Illinois, Ludwig Mies van der Rohe había presentado su icónica Farnsworth House, otro ejemplo de arquitectura dialogante con el paisaje en el que el interior y el exterior se fundían a través de espacios fluidos y el amplio uso de ventanales panorámicos.
No es casualidad que la idea del cubo de vidrio haya mantenido intacto su encanto durante más de setenta años, inspirando los logros de grandes arquitectos internacionales y evolucionando bajo formas y puntos de vista inéditos.

La luz pasa, el calor no

Material renovable por excelencia, el vidrio cuenta con la calidad excepcional de poder ser reciclado al cien por cien y por un número infinito de veces. A pesar de esta dote inigualable, hoy nos preguntamos si el uso del vidrio en la arquitectura – y en particular para los grandes rascacielos – puede representar realmente una ventaja o contribuir al sobrecalentamiento de los ambientes interiores, con el consiguiente aumento de los consumos para su climatización.

En realidad, el vidrio ha sido protagonista de una importante evolución tecnológica que ha permitido crear paredes diseñadas específicamente para garantizar la transparencia y evitar la entrada de calor. Se trata de vidrios de control solar selectivos o de baja emisividad que permiten transmitir la radiación luminosa, rechazando la infrarroja y en particular la térmica con una longitud de onda más baja. El mismo principio inspira también la innovación de las ventanas inteligentes, ventanales que modifican su transparencia en función de los cambios meteorológicos y de los rayos infrarrojos, gracias a capas compuestas por materiales con propiedades optoelectrónicas, basadas en reacciones combinadas de la electrónica y la luz.

Ligera, renovable y resistente, la materia prima del vidrio ofrece muchas ventajas desde el punto de vista técnico, que se multiplican aún más teniendo en cuenta los beneficios de la habitabilidad de los espacios.
La sensación de bienestar obtenida al dominar un entorno con la mirada se debe de hecho a un componente evolutivo del ser humano, fundamental para su supervivencia.
Lugares protegidos, pero abiertos a la vista, todavía son capaces de estimular en nosotros la calma y el placer, eligiendo el vidrio como elemento central para su consecución.

No solo eso, el indiscutible atractivo de la transparencia, unido a la seguridad del blindaje de este material, ha permitido realizar experiencias al límite de lo imposible. Basta pensar en las sensaciones regaladas por los ventanales caleidoscópicos de la Sagrada Familia de Antoni Gaudí, en Barcelona; en la increíble Sky Pool de Londres, que permite nadar suspendidos en el aire entre los dos edificios de los Embassy Gardens; o también en los ascensores panorámicos de los rascacielos de Nueva York y el nuevo pavimento de cristal de la Torre Eiffel.

Precisamente esta preferencia por la transparencia ha llevado a innovar el uso del vidrio, a través de soluciones originales que tienen como principal protagonista la interacción entre el exterior y el interior y el reposicionamiento del individuo en el centro del entorno natural.
En particular, el sector de las cuberturas para exteriores ha interpretado esta solicitud protegiendo pérgolas y porches con ventanales panorámicos, que amplían la habitabilidad y las posibilidades de uso de los espacios al aire libre. Pero la innovación ha ido mucho más allá: el aire libre ha sido capaz de revolucionar la relación entre el hombre y la naturaleza aprovechando el concepto de cubo de vidrio, que se convierte por primera vez en «espejado» y capaz de hacer que el individuo sea una parte activa e integral del paisaje.

Ha comenzado una nueva era. Se llama Connect.

Vivir al aire libre, en una estructura casi totalmente invisible y diseñada para interactuar con el paisaje circundante. Esta increíble arquitectura es Connect, la pérgola Pratic que reescribe las reglas de la vida al aire libre.

Su rasgo marcado es el reflejo de la superficie exterior, obtenido con el uso -nunca antes experimentado en una pérgola- de ventanales reflectantes Spy Glass, que reproducen en directo formas, colores y movimientos del paisaje natural o urbano. Desde el interior, por otro lado, Connect ofrece una vista perfecta del paisaje, pero desde fuera, los entornos bioclimáticos son inaccesibles, lo que permite imaginar usos originales y versátiles.

Una mimesis total con el contexto circundante que se materializa también a través de la cubertura con láminas de aluminio, modulables para obtener las mejores condiciones de ventilación, temperatura e iluminación. Su regulación, al igual que la de los toldos de caída y las luces LED, se puede gestionar mediante una aplicación o un comando de voz hacia los sistemas Amazon Alexa y Google Home, pero también a través de sensores específicos diseñados para responder de forma autónoma a los cambios meteorológicos. Una evolución ulterior de la pérgola hacia la alta tecnología, que simplifica la creación de su propio escenario personal de confort.

Serie Glass: la vida en modo panorama

Pratic ha ideado una nueva colección completa de ventanales panorámicos que permite proteger el perímetro de la pérgola, sin impacto visual o arquitectónico. Realizados en vidrio templado claro, espejado, ahumado o satinado, están disponibles en tres variantes: corredero (Slide Glass 60), fijo (Fix Glass) y con bisagras (Door Glass), todos ellos con un diseño refinado, minimalista y sin componentes a la vista. Los ventanales de la Serie Glass ofrecen una protección contra las infiltraciones de agua, el desgaste, las nieblas salinas y el viento: prestaciones variables en función del producto y garantizadas por la certificación CE del Instituto Giordano.

El vidrio en forma de icono

Las arquitecturas geométricas de vidrio se han convertido en símbolos que aún hoy inspiran nuevos y futuros proyectos. Una de las más recurrentes en el pensamiento común es la pirámide del museo del Louvre en París, realizada por Ieoh Ming Pei en 1989. Una estructura objeto de mucha controversia precisamente a causa de su diseño definido como «demasiado moderno», pero que pronto se convirtió en un icono de París, capaz de iluminar con sagaces juegos de luz la amplia entrada del museo. Mucho más recientes son las esferas de vidrio inauguradas en 2018 en Seattle para albergar la nueva sede de Amazon: un oasis de trabajo con más de 40.000 plantas procedentes de las selvas tropicales de más de treinta países diferentes, elegidas por su capacidad para favorecer un ambiente cómodo y beneficioso para el ser humano.

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