El proyecto -fruto de la colaboración entre la arquitecta Licia Gaia Sortino y Trame Verdi di Manuele Protti– consistió en el diseño de las terrazas de un ático situado en la novena planta, en el histórico barrio Brera/Solferino de Milán. El amplio espacio exterior se concibió con el objetivo de crear distintos ambientes en los que vivir a lo largo del año. En la organización de los espacios exteriores se prestó la máxima atención a la valorización de las vistas: se crearon puntos de atención sobre los monumentos de la ciudad y el nuevo barrio de Porta Nuova, manteniendo al mismo tiempo una perfecta condición de privacidad.
El resultado es un auténtico espacio vital, en cuyo centro ha encontrado un lugar natural la pérgola bioclimática Opera, que ocupa una superficie de 24 metros cuadrados (6×4 metros).
Opera ofrece una zona lounge desde la que admirar la espectacular vista de 360 grados del skyline de Milán. En el interior, una zona de estar con sofás, mesa consola, mesa de trabajo y torretas retráctiles para las conexiones eléctricas y de datos acoge a los miembros de la familia, que pueden realizar aquí diversas actividades, desde la lectura hasta la convivencia.
La recirculación del aire y la modulación de la luz natural son posibles gracias a las lamas de parasol de Opera que pueden girar 140 grados, garantizando el máximo confort climático.
Para una mayor protección e intimidad total, Opera está equipada con cortinas verticales Zip Raso de tejido screen filtrante. Están colocadas en los lados más largos de la estructura y contenidas en los perfiles horizontales de la misma. Así, una vez cerradas, son prácticamente invisibles. Un detalle que completa el contexto con extrema elegancia.
La protección prácticamente total en cualquier condición meteorológica está garantizada por sensores especiales de viento y lluvia que permiten el cierre de las lamas en caso de lluvia o nieve. El agua de lluvia se conduce mediante canalones perimetrales y bajantes integrados en las estructuras.
El fil rouge del proyecto es el perfecto equilibrio cromático obtenido combinando hábilmente los colores de los dos elementos principales que determinan este espacio: el color blanco RAL 9010 de Opera y los originales acabados corten y azul micáceo de las jardineras de fibra de vidrio hechas a medida y colocadas en el perímetro de la terraza que, con sus formas ondulantes y su forma elíptica, dan movimiento y ritmo al perímetro y rompen la rigidez de las formas, a la vez que realzan las líneas limpias formales de Opera.
Para lograr un impacto estético de absoluta elegancia y originalidad, la disposición de las plantas alterna soluciones formales -como las pitósforas- con verbena, gramíneas y plantas aromáticas de estructura irregular.