10.23 — Open Air Culture
La idea del jardín como un espacio accesorio del que solo se disfruta durante la estación cálida, está dando paso hoy a unas reinterpretaciones y posibilidades de uso totalmente nuevas, que contribuyen a que el componente verde recupere protagonismo en el ámbito doméstico.
Decorar un jardín con las soluciones adecuadas es, de hecho, una oportunidad para valorizar el inmueble, ampliar la superficie disponible y mejorar el confort de los habitantes de la casa. Resultados que se obtienen mediante una combinación armónica de elementos vegetales y de muebles para jardín capaces de dar forma a unos ambientes sofisticados de los que disfrutar a voluntad.
Al igual que sucede en el caso del diseño de interiores, proyectar un jardín requiere tener en consideración el tamaño y la configuración del espacio, así como el estilo más acorde con el contexto y el uso previsto para el exterior.
Para orientarse entre las numerosas ideas para proyectar un jardín conviene empezar por la segmentación del espacio: asigne a cada zona una función y elija si prefiere una gran extensión ininterrumpida de césped o si prefiere pavimentos, plataformas y zonas semiabiertas donde poner el mobiliario deseado.
Esta última opción es especialmente eficaz cuando se trata de reproducir al aire libre determinadas estancias de la casa, como el salón, el comedor y la cocina, que pueden beneficiarse así de una superficie plana para la disposición del mobiliario y -en las versiones más completas- de una protección contra el sol y las inclemencias del tiempo, al igual que las pérgolas y los porches.
La decoración del jardín debe, de hecho, desarrollarse de forma equilibrada, siguiendo la configuración del edificio y secundando las necesidades de uso.
Así pues, los comedores y las cocinas de exterior serán más prácticos si se comunican con el interior de la casa, por ejemplo, con las ventanas correderas o las puertas de acceso que conducen a la zona de estar. Las zonas de estar y de relax, en cambio, son ideales para proyectarlas en el jardín alrededor de la piscina o en zonas verdes caracterizadas por una mayor privacidad y una exposición óptima a la luz. Por último, incluso las estancias menos aprovechables revelan un potencial inesperado si se convierten en áreas de servicio cuidadas y bien amuebladas donde guardar todos los elementos esenciales para el mantenimiento del exterior.
Definir cada una de las zonas que componen el patio es una ventaja a la hora de buscar ideas para amueblar el jardín. Así será más fácil identificar los sistemas de cobertura, los muebles y los accesorios indispensables para cada zona.
Entre los espacios exteriores de más éxito, sin duda, se encuentra el salón: cómodo, acogedor y muy versátil, incluso para patios pequeños. En este caso, los muebles de jardín imprescindibles son los sofás y las mesas de centro, que se eligen en conjuntos coordinados -para no equivocarse- o combinados de acuerdo con unas originales y sofisticadas combinaciones.
De hecho, los «asientos confort» permiten desarrollar una gran creatividad, con chaise longues y unas envolventes tumbonas acolchadas perfectas para colocar junto a la piscina, pero también elegantes asientos suspendidos y sillones capaces de crear unos rincones íntimos de conversación.
Para amueblar el jardín y sus zonas de convivencia, la atención se centra en las mesas de comedor. Ya sean macizas y matéricas o esbeltas y de diseño minimalista, conviene elegirlas del tamaño adecuado en función de las dimensiones del espacio exterior y del número de comensales que se desee acoger. En cuanto a las combinaciones, se puede optar por bancos o sillas, en ambos casos coordinados o en contraste con los materiales que componen la superficie de la mesa.
Y la selección de materiales es, de hecho, un aspecto crucial en elmobiliario del jardín: es importante restringir las opciones a los que resultan aptos para el uso en exteriores; por tanto, han de ser resistentes a las inclemencias del tiempo y a los cambios de temperatura, y posiblemente impermeables (o de secado rápido) si hablamos de asientos tapizados y de componentes textiles.
Pero no solo eso, también determinan el estilo del jardín, que debe ser capaz de interpretar lo mejor posible la estética de la casa, haciéndose eco de su carácter tanto en la forma como en la paleta de colores. Cuidado con dejarse guiar por las modas: es mejor preferir un estilo sobrio y coherente, sin renunciar a algunos detalles originales, que pueden declinarse con complementos y accesorios decorativos, como cojines, cortinas y jarrones.
Por último, a la hora de amueblar el jardín, no hay que descuidar la comodidad y la funcionalidad, sino aumentarlas aún más con la inclusión de elementos específicos. En primer lugar, lámparas y sistemas de iluminación que permiten utilizar el patio por la noche; pero también braseros y chimeneas, verdaderos aliados en las estaciones más frescas; fundamentales luego, las cubiertas solares que ofrecen cobijo y máximo confort en las condiciones climáticas más diversas.
Sacar el máximo partido a tu espacio exterior significa poder aprovechar todas las oportunidades de uso, por lo que incluir toldos y pérgolas de jardín en tu diseño puede marcar realmente la diferencia.
Los toldos con brazos extensibles son perfectos para amueblar el jardín, ya que proporcionan sombra y ventilación durante las horas más calurosas del día. Los modelos Pratic pueden alcanzar hasta seis metros de profundidad por módulo individual, dando así sombra a grandes superficies y requiriendo poco espacio de instalación, gracias a una construcción compacta y una cubierta retráctil en cajas de aluminio de diseño discreto.
Las pérgolas de jardín, por su parte, ofrecen una protección más completa. Mediante el movimiento de sus lamas de parasol, los modelos bioclimáticos regulan la iluminación, la circulación del aire y la temperatura de forma natural y personalizada. Una tecnología que Pratic ha combinado con sistemas domóticos que pueden activarse mediante smartphone o comandos de voz, y que ha encapsulado en mamparas de refinado diseño personalizables con acristalamiento perimetral, plataformas, persianas verticales, sistemas de iluminación y mobiliario coordinado. Auténticas estancias al aire libre donde es posible crear los espacios que se deseen, desde salones y comedores hasta las más modernas cocinas de jardín.
Punto de apoyo de la convivencia al aire libre, las cocinas de exterior interpretan a la perfección la idea de un segundo espacio vital al aire libre. Los nuevos modelos de cocinas de jardín ofrecen todo el confort y el equipamiento de las versiones de interior más avanzadas, al tiempo que reproducen su estilo moderno y amueblan el jardín con un refinamiento absoluto.
Bellas e intemporales, las cocinas de exterior monobloque están hoy entre las más buscadas y de moda: se trata de unas estructuras de hormigón o acero que se caracterizan por su estética minimalista, que se obtiene gracias a soluciones ocultas que esconden compartimentos de almacenaje, fregadero y grifería dentro de una auténtica escultura de finos acabados.
Diferentes en su concepto pero igualmente elegantes son las cocinas de jardín modulares que, con módulos individuales configurables a voluntad, permiten crear una estructura a la medida de sus necesidades. Por supuesto, con una atención constante a la estética y los materiales más duraderos para su uso al aire libre.
Los dos modelos permiten además una amplísima gama de equipamiento: desde las más diversas placas de cocción hasta griferías y fregaderos de diseño, desde encimeras con finos acabados hasta electrodomésticos de última generación, pasando por bodegas y rincones de bar. Por último, una mención especial merece la barbacoa. Ya sea de carbón, gas o pellets, las interpretaciones más avanzadas ofrecen una funcionalidad avanzada y un diseño moderno, lo que la convierte en el complemento perfecto para cualquier cocina de jardín.
Pasar tiempo rodeado de vegetación, incluso al atardecer, es un placer al que no se puede renunciar, sobre todo cuando hace buen tiempo: por eso es fundamental saber cómo iluminar el jardín y cómo crear la atmósfera más adecuada para el exterior de tu casa.
Las estancias a las que debe dirigirse la luz son las reservadas a la convivencia: la cocina, el comedor y el salón. Aquí puedes utilizar, con combinaciones libres, sistemas de iluminación de pared -si la zona en cuestión es adyacente a la casa-, lámparas de pie y bonitas luces para colocar sobre mesas o mesitas. Pero las cubiertas solares también acuden al rescate cuando se trata de iluminar el jardín: los toldos de brazos de Pratic se completan con tiras de LED regulables colocadas en la parte frontal y a lo largo de la caja de aluminio que contiene la lona recogida. Por su parte, las pérgolas de la empresa ofrecen múltiples posibilidades: desde tiras LED RGB en el perímetro del techo y la plataforma, hasta focos integrados en los montantes y las lamas del parasol (para los modelos bioclimáticos).
Iluminar el jardín significa también destacar el perímetro mismo del patio y sus recorridos, como los senderos y las rampas de acceso. Para ello, las soluciones más elegantes son las farolas bajas y minimalistas, o los focos encajados directamente en el suelo.
El detalle de estilo lo aporta entonces la iluminación de árboles y plantas, que crea profundidad y una atmósfera de ensueño. En este caso, las luces deben estar bien ocultas entre la vegetación y -para lograr un gran efecto-; además, la luz debe venir de abajo, cuando se trata de destacar árboles grandes, y de arriba en el caso de plantas y arbustos.
Por último, no hay que olvidar la piscina, en caso de que haya una. De ser así, lo imprescindible son unas luces sumergidas que la iluminen desde el interior; a lo largo del borde bastan algunos puntos de luz, con tonos blancos estrictamente cálidos y suaves.
El efecto de un jardín sofisticado y elegante también puede reproducirse en exteriores de dimensiones más reducidas: la regla es centrarse en las proporciones adecuadas, utilizando mobiliario «inteligente» que pueda reconfigurarse fácilmente según las necesidades.
Amueblar un jardín pequeño es una cuestión de gestión cuidadosa del espacio, que debe diseñarse de forma versátil. Por eso es importante elegir muebles esbeltos y compactos, evitando, por ejemplo, muebles tapizados voluminosos, asientos y mesas excesivamente grandes, accesorios difíciles de colocar o a los que se pueda renunciar en favor de zonas de paso más amplias y aireadas.
Es mejor favorecer los sofás modulares de diseño esencial, los conjuntos de sillas y mesa de comedor proporcionados al contexto, y los rincones de cocina que aprovechen la verticalidad.
A la hora de amueblar un jardín pequeño, utilizar las paredes del edificio es un truco que no hay que pasar por alto. Estas son perfectas para instalar muebles y parasoles murales (desde toldos de brazo hasta pequeñas pérgolas), para cultivar huertos verticales y parterres trepadores, o para insertar chimeneas y sistemas de calefacción. Un pequeño rincón verde sin sacrificios.
No es infrecuente que los jardines pequeños presenten, en lugar de una extensión de césped, una superficie totalmente pavimentada, que resulta práctica y fácil de mantener, y a menudo contribuye a dividir el espacio en los exteriores más grandes.
Las opciones para amueblar un jardín pavimentado van desde las superficies de piedra a las baldosas de hormigón y terracota, pasando por el gres porcelánico y la madera especialmente tratada para exteriores. La elección del acabado viene determinada por el estilo y los materiales coordinados con los de la casa, pero también por su durabilidad y por el tipo de efecto que se desea lograr. Los acabados de madera y gres son adecuados para crear una superficie plana y uniforme, similar a la de los espacios interiores. Si, por el contrario, prefiere un resultado más natural, la piedra es lo que necesita; además, puede colocarse de forma irregular, dejando un fino borde de césped entre cada losa.
En este tipo de jardín, el componente vegetal puede, de hecho, insertarse dentro del propio pavimento, con aberturas especiales para plantar árboles, o integrarse mediante plantas en maceta, junto con setos y arbustos que rodeen el perímetro del patio.
Otra opción para amueblar un jardín pavimentado son las terrazas modulares y totalmente personalizables. La diseñada por Pratic se caracteriza por el sistema de compensación que permite resolver cualquier pendiente o desnivel del terreno, creando una superficie plana. La superficie transitable puede adaptarse a cualquier pavimento de exterior, mientras que la estructura de aluminio puede personalizarse en color y con tiras LED RGB perimetrales. No solo eso, la plataforma es también la base ideal para la instalación de pérgolas, y combinadas permiten crear una auténtica habitación al aire libre que multiplica el espacio de la casa.
Son precisamente las pérgolas bioclimáticas con plataformas modulares y cerramientos perimetrales acristalados las que pueden recrear en el exterior todo el confort y el encanto de los jardines de invierno más acogedores: unas estructuras tradicionalmente integradas en la vivienda, que se distinguen por sus paredes y techos acristalados por los que puede entrar la luz natural, igual que si se estuviera en un jardín. Unos espacios que combinan la apertura y la protección y que, por tanto, pueden habitarse durante todo el año.
Al igual que un jardín de invierno, las pérgolas bioclimáticas Pratic ofrecen la máxima visibilidad del exterior gracias a las ventanas de la serie Glass, que pueden personalizarse con acabados transparentes, ahumados, satinados o espejados; estos últimos están diseñados para poder disfrutar de una absoluta privacidad. La cubierta con lamas parasol permite la entrada de luz y la circulación natural del aire, que puede personalizarse con un simple gesto o comando de voz.
¿Cómo decorar un jardín en invierno? En el pasado, estas habitaciones (también conocidas como orangerie) se utilizaban para crear unos refugios «verdes» totalmente protegidos, y hoy en día aún pueden albergar plantas y pequeños árboles. Su versatilidad, sin embargo, también las hace ideales como espacios para relajarse, leer y dedicarse a las aficiones o al trabajo; pero eso no es todo, los comedores y los salones encuentran aquí su ubicación más pintoresca. Y si en la elección de muebles y complementos uno puede por tanto darse un capricho -siempre según el propio gusto y la estética más adecuada a la vivienda-, un aspecto indispensable para amueblar el jardín de inverno es en cambio la calefacción: chimeneas, estufas o lámparas de calor no pueden faltar para disfrutar todo el año de la belleza de un espacio exterior protegido.