En 2023 salió a la luz «La casa de mis sueños: el secreto de la felicidad al vivir», un estudio realizado entre niños de 3 a 14 años de las provincias de Parma y Reggio Emilia. Reveló que las casas favoritas son las diseñadas por niños: inmersas en la naturaleza, sin límites entre interior y exterior, y hechas con materiales ecológicos. Una interpretación moderna de la «casa del árbol», que sigue satisfaciendo nuestra necesidad de bienestar a través de los milenios.

«Beauty&Brain. Semiosis de las formas» es la investigación neurocientífica dedicada a profundizar en la percepción de la belleza. Demuestra que las cualidades estéticas de la arquitectura y el diseño condicionan las emociones, el funcionamiento cognitivo y las elecciones humanas, ya que la percepción de la «belleza» procede de la actividad cerebral. Cuando el ser humano percibe algo que confirma su sistema de expectativas, experimenta una fuerte sensación de placer que convierte en bello lo que está percibiendo: este es el círculo virtuoso de la estética según el cerebro.

La publicación de 2020, «Design for Wellbeing: Semiosis of Forms», revela cómo la arquitectura de exteriores armoniza ambos hemisferios cerebrales. Las pruebas demuestran que las formas y proporciones en sintonía con el cerebro humano ofrecen estética panorámica y funcionalidad. En concreto, estructuras como las pérgolas satisfacen la preferencia del cerebro por la apertura, la protección y la libertad de movimiento, lo que demuestra la afinidad humana con este tipo de entornos.

Colores vivos. Semiótica del color’ es una investigación neurocientífica dedicada al impacto del color en la vida cotidiana y los procesos neurocognitivos. Incluye cuarenta de los estudios internacionales más recientes sobre la materia, aplicados a temas que interesan a toda la sociedad. Los resultados son sorprendentes, como lo es la percepción del color, fruto de un complejísimo proceso asimilado por el cerebro humano a lo largo de milenios.

La publicación de 2018 ‘Iluminación saludable’ subraya cómo los estilos de vida contemporáneos afectan a nuestro ritmo circadiano, con el consiguiente impacto en la salud, incluido el sueño y la producción de vitamina D. Es esencial redescubrir la importancia de la luz natural y la oscuridad para el bienestar. El Premio Nobel de Medicina de 2017 reconoció el papel clave de la luz en la regulación de nuestro reloj biológico interno y los efectos positivos de la actividad al aire libre.