03.19 — Open Air Culture
El rojo ayuda a destacar en la competición; el azul y el verde sirven para el razonamiento y el problem solving; el amarillo es muy útil para atraer energía y atención; el marrón indica seriedad y fiabilidad, y el negro es absolutamente imbatible en el campo de la elegancia y la seducción.
Puede parecer difícil de creer, pero en las muchas situaciones y desafíos que cada uno de nosotros debe afrontar en la vida cotidiana, el color puede jugar un papel importante, favoreciendo o dificultando el resultado deseado. Usado correctamente, el color puede mejorar nuestra existencia, ayudarnos y centrar nuestros objetivos; hacernos, en suma, más felices.
Es lo que se desprende de Lively Colors, una innovadora investigación neurocientífica sobre el impacto del color en la vida cotidiana, el diseño y los procesos neurocognitivos, realizada gracias a una provechosa colaboración entre el mundo académico y el mundo empresarial. Tras el éxito alcanzado en 2018 con Healthy Lighting, el estudio neurocientífico sobre los efectos de la luz en los estilos de vida, la compañía friulana Pratic presenta ahora los resultados de una original investigación sobre el impacto del color en los seres humanos.
«Cuando comenzamos este proyecto de investigación no podíamos prever que volveríamos a recorrer, brevemente, la historia de la relación entre el hombre y el color ―explica el vicepresidente de Pratic Spa, Edi Orioli. Hoy sabemos cómo los colores y la luz coloreada influyen en el ser humano, de forma a veces desconocida o escasamente consciente. Se trata de conocimientos importantes para quienes, como Pratic, centran sus esfuerzos desde hace años en la luz y el bienestar. Ideas que ayudarán a todos aquellos que, como nosotros, crean espacios de auténtica comodidad y belleza cada día».
La investigación Lively Colors recopila 40 de los estudios internacionales más recientes en la materia y los aplica a temas que interesan a toda la sociedad. Por este motivo, el equipo de académicos involucrados en el proyecto han estado formado por docentes con competencias diferentes y complementarias: por la Universidad Iulm de Milán, el semiólogo Stefano Calabrese, y por la Universidad de Módena y Reggio Emilia, el narratólogo Claudio Dolci y la estetóloga Denitza Nedkova.
Un estudio que arroja resultados sorprendentes y nos hace reflexionar sobre un aspecto ―la percepción del color― que a primera vista parece algo inmediato, pero que es el resultado de un proceso extremadamente complejo y asimilado en el curso de milenios por el cerebro humano. ¿Cuáles son los efectos psicofisiológicos del color en nuestro cuerpo? ¿De dónde nace la asociación cromática de género hombre-azul y mujer-rosa? ¿Es cierto que podemos distinguir solo los tonos de color definidos por un término específico en nuestro idioma ¿Cómo cambia nuestra percepción del espacio al variar diferentes combinaciones cromáticas? ¿De qué modo ―en el análisis final― pueden los colores afectar sobre nuestras vidas, sobre nuestro estado de ánimo, sobre nuestra capacidad de actuar, sobre nuestro umbral de atención, incluso sobre nuestras preferencias de compra? Son algunas de las preguntas a las que ha intentado dar respuesta esta línea de investigación, extremadamente compleja y en constante evolución aún, pero que aporta algunas evidencias muy interesantes para una amplia variedad de aplicaciones: desde la psicología hasta el marketing, desde el diseño hasta la medicina.
En la realidad productiva de Pratic, el «mundo del color» ha encontrado una aplicación inmediata con la inauguración de una planta futurista de pintura ecosostenible de 3 millones de euros, capaz de producir 30 colores de altísima calidad que se suman a los 8 precedentes. Se trata de colores elegidos tras un estudio realizado en colaboración con arquitectos y diseñadores, que han identificado matices sosegadores que reproducen los colores naturales de la tierra.